lunes, 7 de junio de 2010

ETNIAS DE SONORA

Guarijíos:

En cierto sentido la cultura guarijío (en sus múltiples acepciones) aparece como un vínculo, un nexo en todo sentido, que relaciona a los Tarahumaras con los Cahíta. Constantemente se perciben elementos de ambas familias en el género de vida, en las tradiciones y los modos de ser de los Makurawe.

En la historia reciente de los Guarijío: Confluyen tres grandes elementos fundamentales en la transformación de este grupo : La recuperación de su territorio - su identidad y el inicio de procesos que a la fecha abren nuevas alternativas para su desarrollo colectivo.

Mayos:

Los actuales yoreme son los descendientes de los antiguos pobladores de la cultura de Huatabampo, perteneciente a una de las tradiciones culturales de Sonora.

Se autodenominan yoreme “el que respeta la tradición” contrapuesto al yori “el que no la respeta”. Según una antigua leyenda de su tradición oral, la palabra mayo significa “la gente de la rivera”.

La región mayo se localiza en la parte sur de Sonora. Habitan los municipios de Álamos, Quiriego, Navojoa, Etchojoa y Huatabampo.

Ópatas:

Al igual que sus vecinos, los jovas y los eudeves, los ópatas ya han desaparecido como unidad étnica diferenciada.

El idioma ópata, es clasificado dentro de la familia yuto-azteca del grupo taracahitiano de la subfamilia sonorense, es ahora una lengua muerta. De 1950 en adelante no se han registrado hablantes y únicamente se conservan frases y palabras aisladas.

La palabra ópata significa “gente hostil” en lengua pima y era el término usado por éstos cuando se referían a los ópatas.

El hábitat tradicional de los ópatas se localiza en el centro y noroeste de Sonora, sobre las cuencas altas de los ríos y Sonora.

Pápagos:

Son comúnmente conocidos como “pápagos”, aun cuando se autodenominan tohono o’otham, “gente del desierto”. El término frecuentemente en español para referirse a este pueblo deriva de papawi o’otham, modo utilizado por sus vecinos los ópatas para describirlos de manera despectiva, ya que su traducción es “gente del frijol” o “frijoleros”. Esta etnia está emparentada con los hia’ched o’otham (también conocidos como areneños o pinacateños, por su entorno natural), y con los akimel o’otham, a quienes se les conoce como pimas gileños, por su residencia junto al río Gila.

La etnia se localiza en el desierto de los estados de Sonora y Arizona. Se distribuye en Caborca, Puerto Peñasco, Sáric, Altar y Plutarco Elías Calles, es un grupo binacional, cuya mayoría habita en Arizona.

La lengua O’odham está estrechamente relacionada con el pima y ambos constituyen la rama pimana del yoto-nahua.

Pimas:

El término pima designa al grupo étnico y lingüístico que habita en la Sierra Madre Occidental donde colindan el sureste de Sonora y el suroeste de Chihuahua. La frase pi'ma significa "no hay, "no existe", "no tengo", o probablemente "no entiendo", vocablo con el que los indígenas respondían a los españoles cuando les preguntaban algo. Fueron éstos quienes los llamaron con la forma castellanizada de ese término que implica negación.La lengua pima pertenece al tronco yuto-azteca, compuesto por los subgrupos Taracahíta (cora-huichol), nahua y la rama pima o pimana.

Los pimas se nombran a sí mismos o'ob, que significa "la gente", "el pueblo". Con el término pima se designa a un conjunto muy variado de sociedades indígenas, como los pimas del desierto, los pimas de la sierra, o los pimas gileños.

Seris:

Los Seris se llaman a si mismos conca’ac, lo cual quiere decir en su lengua “La gente”. El término seri significa “el que de veras corre aprisa” en lengua opata y “hombres de la arena” en yaqui.

La lengua de los conca’ac forma parte de la familia o estirpe hokano al que también pertenece el coahuilteco (noroeste México) y el tlapaneco. Según otros especialistas el seri pertenece al grupo yumano de la familia sioux-hokana.

Los seri o conca´ac ocupan desde tiempos arcaicos la costa central de Sonora, la isla del Tiburón y otras islas como San Esteban.

Actualmente habitan dos lugares de la costa desértica del estado de Sonora: Desemboque y Punta Chueca. La primera corresponde al municipio de Pitiquito y la segunda al municipio de Hermosillo. Ambas frente a la isla del Tiburón.

La elaboración de artesanías, para el mercado turístico es una actividad económica importante en la actualidad. Los hombres seris han aprendido el tallado en madera. Confeccionan esculturas estilizadas que representan animales marinos y terrestres hechas con corazón de mezquite y palo-fierro con alta demanda en el mercado.

Yaquis:

Es el grupo indígena más representativo de Sonora. Distribuidos en ocho pueblos con sus propios gobernadores, su población se estima

en 33,000 habitantes. Guardan celosamente el uso de su lengua, sus tradiciones y su arraigo a la tierra. La historia de los yaquis está cubierta con actos de heroica resistencia por la defensa de su territorio y su cultura.

Los yaquis se identifican a sí mismos y a los mayos como yoremes, palabra que significa hombre o persona. La noción de yoris, hombres blancos, los distingue, a su vez, de los demás grupos indígenas.
Forman parte del dialecto cahita que se compone de tres lenguas: mayo, yaqui y tehueco, éste último desaparecido. El cahita pertenece al grupo lingüístico yuto-azteca.

Cucapá:

Es el grupo indígena más pequeño, situada al noroeste del Estado, en el municipio de San Luís Río Colorado, en la frontera con los Estados Unidos. Actualmente es una etnia binacional casi extinta en Sonora, con una población de poco más de 171, de los cuales sólo 47 hablan su lengua.
Son una etnia emparentada lingüísticamente con los grupos pai pai, kiliwa y kumiai, habitantes de Baja California, y con los javasupai, hualapai, yavapai, mojave y maricopa, de Estados Unidos. En conjunto conforman la familia yumana, que arribó al noroeste de Sonora y norte de la península de Baja California hace alrededor de 6,000 años.
Kikapú:

Los actuales asentamientos kikapú son el resultado de un arduo peregrinaje desde la región de los grandes lagos de Michigan y de Eire, en Norteamérica, hasta el norte de México.

Actualmente, los kikapú viven en reservaciones en Kansas y Oklahoma, Estados Unidos, y en las comunidades de El Nacimiento, Coahuila y en Tamichopa, municipio de Bacerac, en la zona serrana de Sonora. Durante la década de 1980, algunos habitantes de Tamichopa llevaron a cabo una campaña entre los kikapú desperdigados, para una refundación del pueblo. La comunidad actual es de alrededor de 80 personas.
La lengua kikapú forma parte de la familia lingüística norteamericana algonkiniana. El grupo de Sonora no practica su lengua ancestral, ya que ésta fue destituida por el castellano; su último hablante murió en 1996.

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